Archivo mensual: octubre 2015

La Provence, esa desconocida

¿LA PROVENCE, ESA DESCONOCIDA?

Symphonia_Cantigas_Sta_María
Miniatura de las Cántigas de Santa María_Alfonso X el Sabio
¿Y porque la Provenza? Provenza más que una palabra que denomina una región es un concepto cultural, una unidad cultural màs que geográfica, unas tierras marcadas por la creación lírica, por la mística judía y la Cábala como espacio mágico y esotérico que irradiaba desde Narbona, o bien las acreditadas escuelas de Medicina de Montpellier, cuyo prestigio ha llegado hasta nuestros días. Te vienen a la memoria los cátaros, esa extraña herejía que se extendió y arraigó tan profundamente por el Languedoc cuya erradicación dio lugar a la cruzada albigense así llamada por ser Albi la cabeza y centro del catarismo.

Cuando mencionas o hablas de la Provenza te viene a la memoria aquellos siglos que para nada fueron oscuros de la Edad Media, de la poesía galante y cortés, de los trovadores y juglares que componían e interpretaban la música y las letras de aquellos poemas y canciones que estaban en consonancia con los valores y costumbres de la vida caballeresca de la época, de las cortes y palacios, de justas y torneos, de castillos e idealizadas damas, de escarceos galantes.

Su influencia se extendió, por el norte de España y de Italia y dio lugar a la lírica europea que floreció durante los siglos XII y XIII, llegó al condado de Barcelona con sus trobadors y por el camino de Santiago se expandió por los reinos cristianos del norte de España hasta las tierras Galaico-Portuguesas, al igual que en el norte de Italia, y en el resto de Francia. Lirismo que se caracterizó por que sus composiciones, las de los trovadores y juglares se realizaban en las lenguas romances de la época, el occitano y provenzal como lenguas centrales, el castellano, el catalán, el galaico-portugués, y el italiano y más adelante por Inglaterra y la Europa Central.

En esa época se distinguía el “poeta” que componía versos en lenguaje culto que era el latín, del “trovador”, que escribía los versos en lengua romance, concretamente en provenzal y el “juglar” que los cantaba e interpretaba acompañado de la música. Y su origen proviene de la palabra trovar que literalmente quiere decir componer versos.

La palabra trovador aparece ya, en los poemas del trovador más antiguo del que se tiene noticia, Guillermo de Poitiers- Guilhem de Peiteus,en occitano- , IX duque de Aquitania. Más adelante se extendió a todas las lenguas romances para seguir designando a aquellas poetas cultos que, en vez del latín, utilizaban la lengua vulgar en sus poemas. La poesía trovadoresca, presentaba además –y no sólo en el nombre- importantes novedades.

– Sus autores eran bien conocidos, y además estaba escrita en una lengua que todo el mundo podía entender.

– Se cantaba con un acompañamiento musical, generalmente de flauta, vihuela, citara, guitarra o gaita, y compuesto por el mismo trovador. Su tema era, preferentemente, el amor.

– Su objeto no era la narración de grandes sucesos históricos o legendarios, sino algo mucho más íntimo: la expresión de sentimientos, del amor galante y las experiencias personales y cotidianas.

Los trovadores eran gente que podía pertenecer a cualquier estamento social pero con un nivel cultural alto: reyes, señores feudales, obispos, militares, burgueses, e incluso gente del pueblo.

La poesía trovadoresca se desarrolló en varios países, y su localización geográfica no responde a un país concreto, ni ninguna corte o dominio señorial en concreto. La encontramos en el sur de Francia –Provenza, Aquitania, Gascuña- así como en el norte de Italia, en los Pirineos y en los condados y reinos hispánicos del norte-en Barcelona y en Galicia.

Esta poesía no estaba concebida para ser leída, sino más bien para ser oída y escuchada a través del canto de los juglares, interpretes especialistas que se acompañaban de sus instrumentos musicales y se trasladaban de corte en corte y que, en algunos casos, hicieron grandes fortunas y consiguieron especiales privilegios. Al contrario de los juglares de la épica, que podían improvisar a su antojo y actuaban generalmente en pueblos y villas, los juglares de la lírica habían de aprenderse los textos de memoria y, al actuar ante nobles y reyes, reproducirlos fielmente sin saltarse una coma.

Los trovadores tuvieron una importancia crucial en el desarrollo del amor como tema literario. El amor cortés, así como la idealización de la mujer, eran temas comunes en sus poesías, aunque no los únicos. Los trovadores, como leales servidores de sus respectivos señores, también componían para este, al que elogiaban y dedicaban sus composiciones. En los entierros solían componerse obras para expresar el dolor por la pérdida del difunto, al que igualmente se elogiaba y alababa. También trataron el tema de la guerra y las gestas heroicas, pues muchos de ellos eran caballeros y algunos, incluso, tomaron parte en las Cruzadas (Ricardo Corazón de León).

Y así podríamos considerar a nuestro rey Alfonxo X el Sabio como uno de los más significados trovadores, como el mismo se reconoce en sus Cantigas de Santa María escritas en galaico-portugués.

He aquí una muestra: Cita del prólogo de las Cantigas:
Quero seer oy mais seu trobador,
e rogolle que me queira por seu
trobador e que queira meu trobar
reçeber, ca per el quer eu mostrar
dos miragres que ela fez

Murcia, 26 de octubre de 2015

Nota del escribidor:

En Murcia y en conreto en el Campo de Cartagena tenemos los troveros y repentizadores, nuestros bardos y juglares tan enraizados en la tradición cultural del pueblo, fuente inagotable y finisecular del lirismo popular

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Soñé que soñaba un día

Sueños

 

Los sueños y su interpretación

Ayer soñé que veía
a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía…
Después soñé que soñaba.

 
Morir… ¿Caer como gota
de mar en el mar inmenso?
¿O ser lo que nunca he sido:
uno, sin sombra y sin sueño,
un solitario que avanza
sin camino y sin espejo?
(Proverbios y Cantares/Antonio Machado)

 

Soñé que soñaba un día

 

Soñé que deambulaba perdido
por los oscuros recovecos
de mi mente enfebrecida,
y al influjo de esos sueños
Mi alma se estremecía.

 

Huyendo en la inquietante noche
De todo lo que acontecía.
Negras sombras, sombras negras
En el lugar se abatían,
Oscureciendo la senda
Que a lo lejos se perdía.

 

Oh! noche profunda y oscura,
Ay, temor el que yo sentía,
el que te hace que huyas
y con el que tanto porfías.

 

Creyendo huir del problema
Ni te das cuenta todavía,
Que el problema del que huyes
Lo llevas a cuestas encima

 

En los claros de la noche
Indagaba en mi agonía,
Sin encontrar la respuesta
A los miedos que sentía.

 

Ayer me puse a soñar
Y sin darme cuenta sentí,
Que una fuerza me arrastraba
A un lugar que no quería.

 

Ayer me puse a soñar
Ayer soñé que moría…

 

 

Murcia, 19 de octubre de 2015

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Del arroz con pulpo a las curvas de longitud infinita

DEL ARROZ CON PULPO A LAS CURVAS DE LONGITUD INFINITA
O el paso de la concreción absoluta a la abstracción más furibunda

Fractales

Fractales o curvas de longitud infinita y superficie finita

 

 

Este mes de octubre se ha retomado las actividades del grupo con fuerza, ahí tenemos si no de muestra la excursión a Parque Regional de las Salinas de San Pedro encuadradas en lo que hemos empezado a llamar “Los jueves al sol”, por ser actividades que se desarrollan periódicamente ese día precisamente, los jueves. Actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza, y que conllevan la realización de un ejercicio físico moderado acorde con la edad, que no estamos para tirar cohetes precisamente, como vulgarmente se dice. En fin que hay que saber nadar y guardar la ropa.

 

Y siguiendo en las actividades programadas, el mes se ha presentado generoso, pues ayer acudimos a la cita a la que estábamos emplazados y convocados por un compañero del grupo al que todos conocemos, el objetivo: estar juntos, reunirnos una vez más, cambiar impresiones, hablar de lo divino y de lo humano, recordar aquellos años del Instituto en que coincidimos, donde compartimos tantas cosas, tantas ilusiones y esos momentos inolvidables, en aquellos años lejanos de nuestra infancia y juventud, en que las expectativas se abrían esperanzadoras para nuestras vidas.
La excusa para tal evento, la degustación de un exquisito arroz con pulpo. Y vaya que si dimos cuenta de él, regado por buenos vinos, charlando alegremente y gastando bromas, el tiempo pasó tan rápidamente que cuando nos dimos cuenta el sol empezaba a declinar. Era el tiempo de la segunda parte de la actividad programada: La conferencia sobre matemáticas a impartir por el también compañero Paco Balibrea, profesor de la Universidad y especialista en Sistemas Dinámicos y Teoría del caos.
Y después de recoger la mesa y la sobremesa, nos desplazamos a la cercana Facultad de Matemáticas para recibir la clase magistral, los vapores del vino todavía presentes. Los coches fueron desfilando en caravana hacia el último objetivo, lentos pero inexorables, hacia el Campus de Espinardo.
El tema de la misma: “las paradojas de Zenón de Elea”, “las curvas de longitud infinita y superficie finita”,” las alfombras de Sierpinsky” y cosas por el estilo, casi nada. Un salto cualitativo desde la humana concreción del arroz con pulpo y sus complementos y aditamentos, a la divina abstracción de la teoría de las paradojas y sofismas matemáticos. Que decir, que ya, cinco siglos antes de nuestra Era, los sabios griegos planteaban y razonaban con claridivencia. Y escuchando estas teorías y paradojas observabas lo poco que ha evolucionado la humanidad en estos veinticinco últimos siglos, pues casi todo se lo plantearon, casi todo lo estudiaron, sobre casi todos los principios en que se basa y fundamenta la cultura occidental llegaron a sabias y acertadas conclusiones, sentando las bases de la filosofía, de la matemáticas, de la astronomía, de la medicina, de la música y de la democracia, por no hablar del canon de la belleza.
Y después de unos minutos luchando con la duditativa certeza (otra paradoja de mi cosecha) que embargaba a mis neuronas en esos primeros momentos, que basculaban indecisas intentando superar la situación (la somnolencia inducida por la abundante comida y bebida) en el fiel de la balanza, y que por esta vez no caería rendido en los brazos de Morfeo, y así fue por suerte, poco a poco, fui remontando la peliaguda situación, incorporándome a la concentrada atención que requería el tema y entrando en la dinámica de las sugerentes y convincentes razonamientos y explicaciones del maestro, que se sucedieron con la sabia parsimonia que le caracteriza y que me tuvieron ensimismado el resto de la exposición, en lo que me pareció una cortísima fracción de tiempo-en un plis-plas que dirían los jóvenes-, como siempre.
Como conclusión de la jornada, nada paradójica por cierto, sino totalmente coherente con el espíritu que anima y embarga al grupo, un espíritu que aderezado por la amistad y salpimentado con la voluntad de perseverar y seguir en la brecha, en esa dirección en la que todos empujamos –tantas cosas en común nos unen- y que nos ayuda a sobrellevar y disfrutar en la medida de lo posible de esta época dorada de nuestras vidas. Compañeros, disfrutemos de la vida, seamos tolerantes, no creemos falsos agravios que solo existen en nuestra imaginación y puedan amargarnos la existencia, fomentemos las actitudes positivas, es sencillo, muy sencillo, y con un poquito de buena voluntad lo conseguiremos entre todos, si por un momento dudáis o flaqueáis acordaros de nuestro amigo Pepe Beltrán, el reunía y representaba todas esas características y virtudes, es nuestra referencia. Y en los momentos de incertidumbre y dudas pensemos en lo que él hubiera hecho.

 

Con todo mi cariño, vuestro amigo que lo es por siempre y os desea lo mejor.

 

Murcia, 16 de octubre de 2015

Nota del escribidor:
La paradoja: Dicho o hecho que parece contrario a la lógica.
Otra definición: Una paradoja es una situación que desafía el sentido común y da como resultado una situación imposible.

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Las nuevas vidas y el Pilar

LAS NUEVAS VIDAS Y EL PILAR

Almendro-en-flor_Vincent van Gogh
Almendro en flor de Vincent van Gogh
Aunque pueda parecer lo contrario soy bastante renuente a hablar de estos temas, pero en mi interior siento la necesidad ineludible de hacerlo, hay algo que me impulsa a ello, no me puedo resistir. Ya sé, ya sé, tal vez no sea el tema más adecuado para un post, pero yo escribo de lo que me sucede, de mi entorno más o menos cercano, de mis amigos, de lo que acontece a mi alrededor, de lo que amo, de mi familia en fin, de que otra cosa podría hablar si no, y siempre de lo que conozco.

Imaginación es algo de lo que adolezco, el recrear escenas o asuntos que no he vivido siempre ha supuesto para mí un hándicap, y en ese aspecto no podría ser nunca un buen escritor, y puedo decir que esta faceta solo soy capaz de afrontarla con decisión y valentía cuando improviso algún cuento para mi nieta- le encantan los cuentos -, y porque además la recompensa es inmediata, pues acaparo su atención. Es algo indefinido pero palpable, siente una atracción innata ante el relato, fascinación más bien diría yo, relato que muchas veces deja mucho que desear.

Y sin querer sin querer hemos ido entrando en el tema de que quería hablar, de las nuevas vidas en la familia: de mis nietas.

Y por más que repaso en mi vida los aconteceres importantes y trascendentes no puedo recordar un asunto de más importancia y trascendencia que este, el nacimiento de mi hija primero, y ahora el nacimiento de mis pequeñas.

Creo recordar que alguna vez he hablado de Lucia la mayor y dejado claro que cuando ella llegó algo fundamental cambió en mi vida, pero no termino de comprender el mecanismo por el cual los humanos nos abrimos al cariño cuando llega otro miembro a la familia, al fin y al cabo mi experiencia ha sido diferente pues solo he tenido una hija, así que para mí esta situación es nueva, me faltan las referencias. Y eso es lo que ha sucedido con mi segunda nieta, Adriana.

Cuando la veo andar a gatas con decisión, cuando se incorpora agarrándose a los muebles con esa carita llena de curiosidad buscando lo que atrae su atención, lo que después examina y arroja con esa extraña determinación con la que quiere retener la imagen de lo examinado para a continuación desecharlo, en su ansia por intentar coger lo que está al alcance de sus manos, como con el posterior acto de morder todo lo mordible, ante las molestias de esos dientes que surgen con fuerza, con esa mirada entre curiosa y pícara que ilumina su rostro, con su sonrisa, y en su alegre pataleo y manoteo cuando te ve llegar, con sus alegres balbuceos. Todo ello desencadena y dispara en tu corazón ese sentimiento que creías que era indivisible y homogéneo como una roca, y que solo podía pertenecer a tu querida Lucía, y descubres con asombro que ese mismo amor ha surgido imparable y arrollador para tu pequeña nieta, y ves que ese órgano que llamamos corazón es capaz de abarcar más, mucho más de lo que pudiéramos imaginar, porque el amor no se ajusta a patrones mensurables aunque si predecibles, surge de un manantial inagotable que mana en nuestro interior a impulsos de las nuevas vidas, de los nuevos seres que han venido a engrosar la familia.
Hoy se celebra el día de la Virgen del Pilar, Fiesta Nacional en España, que conmemora el Descubrimiento de América en el año 1492. Pues puedo decir con toda propiedad, que al igual que esa fecha supuso el descubrimiento de un Nuevo Mundo para lo que entonces era el mundo conocido, lo mismo ha supuesto para mí la llegada de estas nuevas vidas, de mis nietas: nuevas expectativas y un nuevo mundo de emociones y sentimientos. Una muestra de que el viejo corazón que anida en mi pecho no estaba tan seco como parecía, pues ha reverdecido y florecido como los almendros después de las lluvias en el cálido otoño murciano.
Murcia, 12 de octubre de 2015

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La Camargue. Les Saintes Maries de la Mer

LA CAMARGUE. Les Saintes Maries de la Mer
Crónicas provenzales (II)

 

Iglesia de Saintes Maries de la Mer

Iglesia fortaleza de Les Saintes Maries de la Mer

 

 

Ha pasado ya casi un mes desde entonces pero en mi memoria permanecen frescas las escenas del viaje, de ese viaje que emprendimos ilusionados a finales de agosto con la familia, teníamos una cita con el resto de la familia en el sur de Francia, una cita que tenía que ver con el mantenimiento de los contactos familiares sobre todo a nivel de los más pequeños, las nuevas generaciones que se han ido incorporando a la familia. Aquello parecía una caravana ambulante con toda la familia a cuestas, aunque eso sí, las niñas se portaron de maravilla. Los franceses tienen un nombre para eso, “les gens du voyage” les llaman, un eufemismo que emplean para llamar a los gitanos, claro que nosotros no se nos podría encuadrar en esa denominación de gentes de vida ambulante, aunque por unos días se podría decir con propiedad que fue algo parecido, porque no paramos.

 
Y en ese no parar, y dentro del bosquejo aproximado de lo que teníamos previsto visitar, desde nuestra base de operaciones en Arles, se nos ofrecían varias alternativas y al final nos decidimos por la Camargue. Decir Camargue o Camarga supone unas connotaciones hispanas importantes e incontestables, allí se crían los toros bravos franceses, se cultivan los últimos campos de arroz que están abocados a desaparecer- el gobierno ha tenido que retirar las subvenciones que hasta ahora los hacían viables -, disponen de un litoral de playas inmejorablemente mantenidas y cuidadas y con más de cincuenta kilómetros de costa con sus dunas vírgenes – pues en el centro mismo de este paraíso se encuentra uno de los pueblos más peculiares de la toda la costa, Les Saintes Maries de la Mer.

 
Sorprende el urbanismo tan cuidado, las casas blancas de no más de dos alturas un centro de calles peatonales donde abundan los pequeños comercios, un perfil en el que sobresale la antigua iglesia fortaleza de sillares de piedra dorada que destaca sobre el blanco deslumbrante del pueblo, que más parece estar situado en el sur de España que en la misma Francia.

 
Pues bien, es tradición en el país, que el cristianismo en Francia empezó a darse a conocer y se expandió a través de estos lugares, cuando desembarcaron en sus costas las llamadas “Les Saintes Maries”, y para los franceses el desembarco de estas señoras es el equivalente al de nuestro apóstol Santiago en la costa de Cartagena por poner un ejemplo, y además dándose la circunstancia de que las Santas Marias eran nada y nada menos que Marie-Salomé la madre de nuestro Santiago el Mayor y de San Juan el Evangelista, y la otra era Marie- Jeromé, madre de Santiago el Menor. Aquello tuvo todos los visos de ser algo parecido a la oleada de inmigrantes procedentes de Siria. Pues además cuenta la tradición que las Santas llegaron en una barca sin remos y sin vela, vamos lo más parecido a una patera actual, e iban acompañadas por una sirviente llamada Sara que se representa como una joven mujer de piel más oscura.

 
Pues bien en esta iglesia fortaleza de este pueblecito de la costa francesa sito en el departamento de Les Bouches du Rhone y en el delta del mismo río, supuestamente yacen los restos de las Santas, y en la jacobina, republicana y laica Francia, sigue siendo veinte siglos después uno de los más antiguos focos de la fe cristiana que irradió a todo el país. Pero además cuando visitas su cripta te sorprende una calurosa vaharada, y observas anonadado la imagen de una santa de piel oscura con varios mantos de brillante brocado, con una diadema de oro y pedrería, multitud de collares que agobian su cuello, y zarcillos de oro, sus negros ojos brillan en una intensa e inquietante mirada destacan en su rostro, es Santa Sara, y cientos, tal vez miles de lamparillas, iluminan y rinden pleitesía a la imagen de la santa patrona del pueblo gitano, señora de la Camargue. Es sin lugar a dudas el templo más sagrado de todo el pueblo gitano y lugar de peregrinaje para todos ellos.

 

 
Murcia, 6 de octubre de 2015

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