Archivo diario: diciembre 21, 2017

La Navidad y el miedo escénico

LA NAVIDAD  Y  EL MIEDO ESCÉNICO

 

Belen y arbol de Navidad en la Circular-LaVerdad 

Un belén a los pies del árbol navideño de la plaza Circular en Murcia.

 

La Navidad se nos echa encima sin darnos cuenta, las calles y las plazas están iluminadas con las guirnaldas alusivas a la misma, las calles se alfombran de rojo y los escaparates de los comercios nos hacen guiños con sus decoraciones especiales y sus luces invitándonos a entrar y comprar, los mercadillos han invadido la ciudad, con sus trineos de Papá Noel y con sus tiovivos, las iglesias se abren aún más a los fieles y proliferan los belenes, el de la Peña de la Pava en San Juan de Dios de la antigua Orden Hospitalaria de San Juan, el municipal en el patio del palacio Episcopal, el de Caja Murcia en la Gran Vía, por no hablar de los nacimientos en todas las iglesias de la ciudad , y en la plaza Circular luce resplandeciente el gigante árbol de Navidad que  ha montado el Ayuntamiento de más de cuarenta metros de altura, que poco le falta a la estrella que lo corona para tocar las estrellas que brillan en el cielo murciano, el ambiente y la fisonomía de la ciudad cambia y se espesa, la gente se agolpa  en las calles y plazas, se compran los regalos de la Navidad y se empieza a estudiar- siguiendo las tradiciones – las compras de Reyes Magos, son fechas de gastos extraordinarios y las canciones de los villancicos navideños empiezan a sonar con las cuadrillas de las Peñas huertanas y en las Campanas de Auroros, ya se oye el villancico murciano más querido por mí “El Gloria al recién nacido” cantando al niño que va a nacer.

 

 Y en estos días previos igualmente se aceleran las otras actividades extraescolares y académicas,  las academias de música y danza presentan sus festivales y conciertos por eso de demostrar a los padres los avances de sus retoños en las respectivas materias y que su dinero no se ha empleado en balde.

 

Pues en eso estábamos esta tarde con mi nieta, su padre la puso en una academia de música para aprender a tocar el violonchelo, y podrías preguntaros por qué eso de la música y el violonchelo, la cosa tiene una explicación bien sencilla, toda la familia de mi yerno y el mismo son músicos, todos tocan un instrumento musical o más. Así que la niña en los últimos meses se ha estado iniciando en este instrumento musical y como colofón de este primer trimestre de enseñanza la academia ha organizado unos conciertos muy básicos para como hemos dicho anteriormente demostrar a los padres y familiares los avances de los niños en la materia, los niños ya estuvieron ensayando y preparándose para el evento y supuestamente estaban preparados para ello. Y la niña, mi nieta, ha ido al lugar de celebración esta tarde acompañada de su padre y de nosotros sus abuelos, toda la familia en su apoyo, estaba tranquila y nada parecía que fuera a alterar esta tranquilidad y su buena predisposición. Ha entrado con su padre con los profesores y el resto de sus compañeros de concierto y cuando se ha visto que la cosa era inminente le ha entrado el miedo escénico y ha dicho que ella no iba a tocar en el concierto. No podía, la cosa la superaba, el nerviosismo la bloqueaba y aunque su padre intentaba tranquilizarla y animarla, ella erre que erre, insistiendo que no quería tocar, el miedo la atenazaba y lloraba.

 

 La profesora intenta convencerla compresiva y con palabras cariñosas. La niña no se decidía pegada a su padre, su padre tranquilizándola y diciéndola que si no tocaba que tampoco pasaba nada, pero que ella era muy capaz y podía hacerlo si era capaz de superar su miedo. En esa tesitura estábamos y prácticamente habíamos asimilado que no iba a tocar, estaban tocando otro grupo de otra clase, y a ella le tocaba tocar con el siguiente grupo, nuevo intento de la profesora para preguntarle si se animaba a tocar, la niña que parecía estar indecisa todavía cambia de opinión y dice que sí que va a tocar que va a salir al escenario. Suspiro de alivio y alegría, la niña ha superado una dura prueba de madurez, ha asumido su responsabilidad se ha enfrentado a sus miedos y los ha superado, cuando ha terminado de tocar no hemos tardado en felicitarla doblemente emocionados: por que ha tocado como se esperaba de ella y porque ha sabido superar su miedo escénico, todo un éxito, como músico y como  persona que sabe asumir sus responsabilidades.

 

Y admirado y orgulloso, solo me queda algo por decir: enhorabuena Lucía, mi querida niña, mi amor, este será un hito que tu abuelo recordará por mucho tiempo.

 

El espíritu de la Navidad sobrevuela la ciudad y nos manda señales de esperanza y la magia del Tiempo Nuevo nos envuelve en estos días especiales en que la familia se siente y se muestra unida en torno a los valores que nos enseñaron nuestros padres y a esas nuevas vidas que se abren al mundo.

 

 

Murcia, 21 de diciembre de 2017

  

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